El láser de 1060 nanómetros atraviesa la piel y calienta solo las células adiposas (células de grasa) entre 42 y 47 grados centígrados.
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Al calentarlas se daña su estructura. Las células de grasa dañadas son eliminadas mediante el sistema linfático durante las semanas siguientes al tratamiento.
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Las células adiposas no tienen la capacidad de regenerarse, el resultado es duradero